Creencias alrededor del cuerpo
Existen muchas creencias sociales y culturales alrededor del cuerpo que lastiman nuestra relación con él. Creencias que no solamente son falsas, sino que perjudican profundamente la salud. Pueden mantenerte en un estado de rechazo constante hacia tu cuerpo, aumentando el miedo a la comida y distorsionando la relación con el ejercicio. Te comparto algunas:
- Tienes que ser más delgadx para ser atractivx o exitosx.
- La única forma de recuperar tu salud es bajando de peso, aunque eso implique lastimarte.
- Tienes que dejar de comer para mantener cierta figura.
- Bajar de peso te hace dignx de reconocimiento y respeto.
- Los cambios naturales del cuerpo se deben esconder o “mejorar”.
- Tu valor depende de tu figura.
- Hay ropa que solo es para ciertos cuerpos.
- Solo los cuerpos delgados son sanos, bellos y valiosos.
¿Te suena alguna?
La cultura de dietas está en todas partes
¿Te ha pasado que hay cosas que ya sabes, pero aún no logras experimentar una verdadera sensación de resolución?
Con la relación con tu cuerpo puede suceder lo mismo. Una vez que reconoces las creencias que han dañado tu vínculo corporal, no se trata solo de hacerlo consciente. También se trata de sentirlo.
No basta con entender el daño que ha vivido tu cuerpo por las creencias de la cultura de dietas; es importante bajar esa información al cuerpo.
Según Christy Harrison, la cultura de dietas es un sistema que:
- Glorifica la delgadez y la asocia con salud y valor moral
- Promueve la pérdida de peso como sinónimo de éxito
- Alimenta el miedo a la comida
- Oprime a quienes no se ajustan a su supuesto ideal de salud
Las creencias que distribuye esta cultura dejan heridas que se alojan en forma de inseguridad, incomodidad y vergüenza corporal.
Y la única persona que ha vivido con esta carga todos estos años, eres tú.
Reconocer que el rechazo a tu cuerpo no nació en ti, sino que fue sembrado por un sistema que busca hacerte creer que hay algo mal contigo, es un acto de despertar.
Un sistema que probablemente también cegó a tu familia, amistades, profesores, parejas o médicxs.
La cultura de dietas está en todas partes.
El 80% de las mujeres viven con insatisfacción corporal.
¿Por qué?
Porque hay un sistema que lucra con esa insatisfacción. Una persona que se siente insuficiente o inadecuada es más fácil de controlar, y más propensa a consumir productos y servicios que prometen “arreglarla”.
El duelo corporal es un acto de liberación
Vivir el duelo del cuerpo es mirar de frente el maltrato que ha vivido tu cuerpo por cumplir con ideales externos.
Despertar a la realidad de que es una construcción social de la que puedes liberarte.
Es darte cuenta de que lo has rechazado tantos años no por ti, sino porque te enseñaron a hacerlo.
Es comenzar a devolver todo ese rechazo al lugar donde comenzó.
Se trata de mirar los años de inseguridad de habitar tu cuerpo, pero ahora con una nueva mirada:
Hoy estás tú. Esta versión de ti que trabaja por construir una relación más compasiva, más segura y más libre.
Y en este camino de liberación, te invito a darle espacio a tu sentir:
- Darle entrada al enojo, por el tiempo en que te arrebataron el derecho a habitar tu cuerpo con aceptación, confianza y libertad.
- Darle entrada a la tristeza, por cada momento en que aprendiste a esconderte, a compararte o a exigirte más de lo que podías dar, creyendo que no eras suficiente.
- Darle entrada a la decepción, por quienes no supieron protegerte de los mensajes dañinos desde que eras una niñx, o incluso los reforzaron.
- Darle entrada al dolor, por haber condicionado el amor hacia tu cuerpo.
Se vale sentirlo todo. El enojo, la tristeza, la decepción, el dolor.
Porque cada emoción que aparece habla de algo que merecía haber sido distinto.
Algo que no tuviste, y que sí debiste haber tenido: respeto y amor incondicional por tu cuerpo.
Una nueva relación de amor incondicional
Vivir el duelo del cuerpo puede ayudarte a reconstruir una relación contigo mismx sin condiciones.
Una relación donde te des el respeto y el cuidado que siempre mereciste tener.
Y si hoy te sientes listx…
Es momento de comenzar a observarlo.
No para quedarte en el dolor,
Sino para abrir espacio a lo nuevo:
Una relación de amor corporal incondicional,
donde puedas protegerte, acompañarte y honrar el cuerpo que tienes.
¿Cómo puedo vivirlo?
Cada persona vive el duelo corporal de manera distinta, y lo más importante: toma tiempo.
No te presiones. Aquí te dejo algunas ideas para acompañarte:
1. Ver la realidad
El primer paso es reconocer que estamos rodeadxs de la cultura de dietas, que distorsiona la relación con el cuerpo y la comida. Rodéate de personas que sean la resistencia a la cultura de dietas, personas que ya se hayan dado cuenta de esta realidad que hace tanto daño.
2. Nútrete de la diversidad corporal
Deja de consumir los mensajes que te lastiman y comienza a rodearte de profesionales, personas y conversaciones que respeten la diversidad corporal.
3. No te exijas
Sanar la relación con tu cuerpo no es un proceso lineal. Habrá días en los que te sientas más fuerte y en paz y otros en los que reaparezca el juicio. Es normal. Recuerda ser compasivx contigo.
4. Cuida tus redes sociales
Llena tu entorno de personas reales que habitan sus cuerpos con dignidad, sin filtros ni exigencias. Considera eliminar cualquier tipo de cuenta que te genere insatisfacción o inseguridad corporal.
5. Recuerda que no fue tu culpa
Las creencias que has aplicado con tu cuerpo te las enseñaron. El trabajo interno es tuyo hoy, pero la responsabilidad del daño nunca lo fue.
6. Identifica a la voz en tu interior
Reconoce esta voz que carga estas creencias alrededor del cuerpo.
No tienes que eliminarla, solo se más consciente de esta voz, y de manera compasiva busca presentarle este nuevo camino. Recuérdale que no tienes que seguir viviendo a dieta y rechazando a tu cuerpo.
No tienes que seguir viviendo a dieta.
7. Acompáñate de forma profesional si lo necesitas
No tienes que hacerlo sola.
Hay personas que podemos caminar contigo este proceso con respeto y compasión.
Estás a tiempo de construir algo distinto
Este camino no se trata de forzarte a ver a tu cuerpo con amor cuando no te sientes así.
Se trata de reconocer lo que has vivido, lo que has resistido y todo lo que hoy mereces: una relación de respeto corporal.
Espero que este mensaje pueda ser la puerta de entrada a mostrarte otro camino.
