Mucho se habla de “escucha a tu cuerpo”, “come cuando tengas hambre”… pero, ¿qué pasa cuando ya no puedes confiar en tus señales de hambre, cuando están alteradas o cuando simplemente ya no están?
Ser más consciente de tu cuerpo no siempre se trata de conectar con el hambre, sino de reconocer cuando hay algo que parece estar alterado y ver de qué manera puedes trabajar con ello para aumentar la confianza en tus decisiones y volver a sentir seguridad en la relación con tu cuerpo y la comida.
Conciencia corporal: escuchar las necesidades de mi cuerpo
Cuando hablamos de conciencia corporal hablamos de interocepción, es decir, la capacidad de percibir las sensaciones de tu cuerpo, incluyendo reconocer necesidades como hambre, saciedad, sueño, entre otras.
Hay muchos factores que pueden ocasionar que la interocepción se reduzca, comprometiendo la seguridad de que las necesidades del cuerpo van a ser cubiertas.
1. La cultura de dietas enseña a desconfiar del hambre
Comer es una necesidad básica, como dormir o respirar. Imagínate si te dijeran que tienes que dormir menos, dormir intermitentemente o ignorar el cansancio. Suena absurdo, ¿no?
Eso mismo pasa con el hambre cuando normalizamos vivir a dieta: comemos menos, comemos intermitentemente e ignoramos el hambre.
Las dietas enseñan a ignorar tus propias señales y seguir reglas externas. El hambre deja de ser una guía y se convierte en un problema que debe corregirse.
Cuando se imponen reglas externas que contradicen las necesidades del cuerpo, comenzamos a perder confianza en nuestras propias señales. A muchas personas se les acostumbra a adormecer sus señales de hambre con distracciones: refrescos, café, té, chicles y más. Esto puede engañar al cuerpo de manera temporal, pero después el cuerpo encontrará la manera de reponerlo, aumentando las señales de antojo, hambre excesiva o atracones.
2. Medicamentos para perder peso
Los medicamentos para bajar de peso pueden influir en la confianza en las señales de hambre de varias maneras. Principalmente, pueden suprimir la sensación natural de hambre o inducir una sensación de saciedad desproporcionada a la ingesta real de alimentos.
Muchas personas que toman medicamentos para bajar de peso reducen su hambre, y cuando vuelven a sentirla reaparece con confusión, aversión y miedo. Dejan de confiar en sus señales naturales. El cuerpo se desconecta de una necesidad básica y aprender a confiar de nuevo en ella puede tomar tiempo.
3. El trauma desconecta por protección
En otras ocasiones, la interocepción puede interrumpirse por situaciones traumáticas, donde la desconexión con las necesidades corporales funciona como un mecanismo de protección para evitar revivir la sensación de peligro e inseguridad. Cuando hay trauma, el cuerpo y la mente pueden quedarse atrapados en un estado de alerta, por lo que reconectar con el cuerpo puede interpretarse como un riesgo y, por eso, se mantiene la desconexión.
El trauma no siempre se manifiesta a través de eventos extremos, como un abuso sexual. También puede deberse a lo que se conoce como “traumas pequeños” o little trauma, es decir, pequeñas gotas de momentos que registramos como peligrosos, como situaciones donde nos sentimos inseguros en nuestros cuerpos: por ejemplo, escuchar comentarios discriminatorios hacia nuestra apariencia o hacia personas que amamos.
No todas las personas pueden reconectar con sus señales de hambre
Si tienes dificultad para sentir tus señales de hambre quiero que sepas que lo más importante no es forzarte a recuperarlas, sino comenzar a darle a tu cuerpo lo que necesita de manera segura, para que comience a recuperar las funciones que alguna vez tuvo. Con el tiempo, muchas personas vuelven a percibir señales. Otras no. Con ambas situaciones se puede vivir. Lo importante es salir del ciclo de desconexión, castigo y compensación.
¿Por dónde empezar? Herramientas prácticas
✅ Comidas predecibles
Darle al cuerpo alimento de forma regular (3 comidas y 2 colaciones) genera seguridad, evita atracones y reduce la ansiedad. No solo tienes que comer cuando tienes hambre, sino darle estructura a tus comidas.
✅ Pausas conscientes antes de comer
No para controlar, sino para observar: ¿cómo se siente el hambre en mi cuerpo? ¿Cómo me siento antes de comer?
✅ Prestar atención a la saciedad
¿Cómo se siente estar satisfecha? ¿Cómo me sentí con esta comida?
✅ Hacer pausas durante el día
Haz escaneos corporales durante el día, principalmente en jornadas ocupadas. Unos segundos enfocados en la respiración y en cómo se siente tu cuerpo aumentan la conciencia corporal.
✅ Movimiento consciente
Hacer algún tipo de ejercicio o movimiento prestando atención a las sensaciones del cuerpo aumenta la interocepción.
✅ Meditación y mindfulness
Las técnicas de atención plena contribuyen a mejorar la conexión con las necesidades corporales al entrenar la capacidad de notar las sensaciones físicas sin juicio.
Tu cuerpo no necesita control, necesita recuperar su confianza
Reconstruir una relación más consciente con el cuerpo no es un camino de fácil, pero es un camino de reconexión y respeto. No siempre sentirás el hambre con claridad, no siempre la saciedad será fácil de identificar, y eso está bien. El objetivo no es tener un cuerpo que funcione “perfecto”, sino recuperar la confianza en tus decisiones y sentir mayor seguridad al cuidar de ti misma.
La comida no tiene que ser una guerra constante, puede volver a ser un espacio de nutrición real, placer y conexión.
En Fabiola Gama te acompañamos a dejar de pelear con la comida y el cuerpo, y volver a construir seguridad y confianza.
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