¿Qué es un estándar de belleza?
Es un conjunto de normas culturales y sociales que definen las características físicas consideradas “atractivas”, “aceptables” o “valiosas” en un momento y lugar determinados.
Estos estándares no son permanentes ni universales: varían según la época, la cultura y el entorno social. Por ejemplo, en algunas culturas se valora la delgadez extrema; en otras, los cuerpos gordos son más atractivos.
Cómo los estándares de belleza pueden afectarte
Crecer como mujer en una sociedad que vigila la apariencia física tiene consecuencias diarias. Algunas de ellas son: desconexión con el cuerpo, culpa al comer, vergüenza corporal, comparación constante.
Muchas mujeres luchamos cada día por “vernos mejor”, sin cuestionar qué sostiene esa exigencia. Lo que hay debajo va mucho más allá de un deseo superficial: es la internalización de los estándares de belleza, es decir, la apropiación inconsciente de ideales impuestos como si fueran propios.
Desde niñas se nos enseña que cuidar la imagen es clave para “merecer”: éxito, pareja, reconocimiento. Esto tiene un impacto directo en nuestra salud mental, emocional y física.
Este artículo es una invitación a identificar las consecuencias que tiene internalizar ideales sociales relacionados con la imagen corporal.
Cuando el ideal de delgadez se vuelve regla
Adoptar el ideal de delgadez como meta personal es tan común que parece sentido común. La gran mayoría queremos vernos delgadas; parece ser sinónimo de belleza y salud. Pero detrás de este mensaje se oculta una cultura gordofóbica que asocia delgadez con salud, éxito o valía personal.
Este ideal no solo incrementa la insatisfacción corporal diaria; se asocia con mayor riesgo de trastornos alimentarios, ansiedad por la apariencia, vergüenza corporal y síntomas depresivos.
Cuando buscamos la salud desde los estereotipos, no desde el bienestar
Diversos estudios identifican la internalización del ideal de delgadez como un factor clave para el desarrollo de:
- Restricciones alimentarias continuas.
- Ejercicio compulsivo, más allá del disfrute.
- Percepción distorsionada de la imagen corporal en todo tipo de cuerpos.
Esto lleva a construir hábitos que continúan reforzando ideales de delgadez, aumentando los niveles de miedo y ansiedad corporal.
¿Qué tanto afectan los estándares de belleza a tu salud?
La internalización del ideal de delgadez no solo afecta la autoestima, sino también la salud física y emocional en el día a día:
- A nivel emocional, se relaciona con más ansiedad, vergüenza corporal y menor regulación emocional.
- A nivel fisiológico, el estrés crónico generado por el conflicto corporal incrementa los niveles de cortisol y otras sustancias inflamatorias que afectan el sistema inmune, el metabolismo y la salud hormonal. Vivir con miedo constante a engordar, controlar la comida o sentir culpa al comer activa una respuesta de alerta y estrés crónico, conocido como carga alostática.
- A nivel conductual, vivir bajo juicio corporal conduce al aumento de dietas restrictivas, miedo a los alimentos, disminución del placer de comer y afecta el gozo de habitar el cuerpo.
La realidad es clara: vivir preocupada por el peso no es saludable para nadie. Impacta a personas gordas, a quienes suben de peso y a mujeres delgadas que viven temiendo perder su cuerpo “aceptable”.
Cultivar una relación amorosa con nuestro cuerpo no es solo deseable: es urgente.
¿Y si cambiamos la pregunta?
Tal vez la pregunta no sea “¿cómo me veo?”, sino:
¿Cómo sería tu vida si no estuvieras juzgando tu cuerpo cada día?
¿Qué espacio emocional se liberaría si dejaras de vivir para alcanzar un peso?
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La salud no se mide con una talla. Tu bienestar tampoco.
